Historia


En lo que a su historia se refiere, la fundación de Antequera va ligada a la aparición del municipio romano de Antikaria donde existió el único Colegio de Pontífices de los Césares que hubo en España.
Los restos de civilizaciones anteriores se hallan en la arqueología prehistórica y se manifiestan en poblados cuya datación oscila entre 2.000 a 2.500 años a. de J. C. aunque otras opiniones los datan en unos 4.000 años. Son las cuevas de Menga, Viera, El Romeral y El AIcaide, los tres primeros próximos a la ciudad y facilmente visitables y el último cercano a Villanueva de Algaidas. El vacío de datos entre los grandes complejos de la prehistoria y el gran legado romanos, no es indicativo para ignorar posibles asentamientos de iberos, tartesios, fenicios y cartagineses, los primeros de presencia hipotética pero no desdeñable, sin embargo, la de los cartagineses queda patente en barros y sepulcros hallados en Cerro León, del término de Antequera, que sería la Osqua que en dicho cerro existió y que fue teatro de una batalla entre Asdrúbal y las legiones romanas. Los germanos destruyeron, junto con
Antikaria, Singilia, Nescania, Osqua y Aratispi, dejándolas arrasadas, aunque Singilia siguió habitable,como lo prueba su necrópolis, en uno de cuyos sarcófagos de plomo se encontró una moneda de oro de Witerico (603-610). Lo mismo sucede con Antikaria, en la cual entraron las tropas árabes mandadas por Abdelazis-Ben-Muza-Ben-Noseir, tras el tratado que celebró en Orihuela con el monarca godo Todmir o Teodomiro. Durante la dominación árabe se la conoció como Medina Antecaria. La importancia que en Castilla se atribuía a la conquista de la ciudad, se evidencia por el hecho de que asumiera personalmente su realización el propio regente Fernando, que gobernaba en nombre de su sobrino Juan II y que ha pasado a la historia con el sobrenombre de el de Antequera, siendo acompañado en la gesta por quienes después fueron gobernantes ilustres de la ciudad, Rodrigo de Narváez su Alcaide y
Gonzalo Chacón su Alférez y Alguacil Mayor. Tras la conquista, fue declarada ciudad por una real cédula de 9 de noviembre de 1441. Fue, durante toda la conquista castellana, centro neurálgico y fronterizo de choque, punto de partida para conquistas posteriores, como por ejemplo las de Alora y Casarabonela y sobre todo plataforma de expediciones contra el reino de Granada.
Ya en el siglo XVIII es cuando la ciudad alcanza su mejor momento. La ciudad se transforma y numerosas congregaciones religiosas se asientan en la ciudad y construyen numerosas casas, capillas e iglesias, hasta convertir Antequera en una auténtica ciudad conventual. La nobleza también realiza encargos de nuevos palacios y surge entonces una importante actividad artística destinada a nutrir, no solo los numerosos conventos y palacios antequeranos, sino también los de poblaciones vecinas y de otras provincias.













La villa romana de la Estación (s. I al IV a. d. C. )                                  "Cueva de Menga"





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